viernes, 7 de mayo de 2010

Serutan Vs. Law Order

Flannery (1971) ante la necesidad de la revaluación de muchas de las ideas de la Escuela Procesual en Arqueología fundadas por Binford, genera la primera ruptura frente a dicha concepción teórica. Podríamos hablar de infinidad de puntos tales como las diferencias en la definición de patrones de asentamiento, distribución espacial, etc. Pero quiero centrarme básicamente en dos grupos algo contradictorios (definidos por Flannery) que surgieron en el seno de esta misma concepción.

Por más básica que sea la interrogante, muchos nos preguntamos cuál es el indicador que condiciona en mayor medida el cambio sociocultural, o mejor dicho, cual es el indicador que limita la actividad. Carecemos de respuestas inmediatas y sabemos que cada sociedad debe ser vista en términos propios pero… al grano, ¿qué indicador condiciona el cambio en cualquier estadio en el que se halle una sociedad?
Flannery por un lado define a los ¨Law order¨, un grupo conformado por quienes encuentran en el hombre al principal agente del cambio. Los ¨Law Order¨ creen en que el hombre transforma el medio, es decir, lo somete. El hombre decide, el hombre regula, el hombre produce el cambio. Pues en definitiva creer ciegamente en que el hombre pueda llegar a un estadio homeostático junto con su medio es una idea loca del Sobre Humanismo introducido por las tendencias de izquierda en las Ciencias Sociales. La idea muy optimista de que la humanidad determina su trayectoria es producto del discurso que tuvo origen después de las revoluciones industriales. La humanidad necesitaba creer en ella misma y lo logró. Así, la Europa de aquellos tiempos fue testigo de levantamientos por parte del proletariado que nunca llegó a unirse en todos los países (parodiando a Engels). Pero estos cambios se dieron únicamente a nivel político, por ejemplo, en la toma de decisiones y distribución de los medios de producción.

Cuando hablamos de cambio, esta categoría implicita una gama de indicadores. Pues el cambio de un sistema sociocultural no se mide solo por las fluctuaciones económicas o las decisiones, interviene también un agente tan activo como pasivo llamado naturaleza.

Por otro lado, hallamos al ¨Serutan group¨. Ellos proponen en términos ecológicos que las sociedades se adaptan al medio. La actividad tiene sus límites ahí donde el medio natural lo permite. Y tienen tanto de cierto. . . los poblados se ubican cerca de fuentes de agua, se buscan las mejores tierras para cultivo, el exceso de lluvias o el desborde de un río puede ocasionar la pérdida total de campos de cultivo, etc.
En definitiva la aplicación de un modelo ecológico tiene un trato distinto entre sociedades complejas y no complejas. La presencia de excedentes (agricultura, productos marinos secados con sal, depósitos) crea una situación de una dependencia menor a la de una sociedad con una economía de caza y recolección.

La moraleja del cuento es: la naturaleza nos somete pero no determina. El hombre puede transformar su medio en tanto la naturaleza lo condicione.

miércoles, 10 de marzo de 2010

VilcaHuaura: el olvido de un monumento



(sólo he visitado el sitio una vez, el texto y las fotos son algo improvisados, más adelante colgaré un texto más desarrollado)

Vilcahuaura es definido como un complejo de edificios de trazo ortogonal (Kranowski 1991) con posibles funciones de corte administrativas y rituales. Presenta dos claras ocupaciones diferenciadas entre sí por el empleo de distintas tecnologías aplicadas a la Arquitectura y las variaciones morfológicas en la cerámica.

La primera ocupación registrada pertenece al período intermedio tardío y fueron los Chancay quienes en base al uso de adobitos modelados como unidades constructivas, se asentaron en el valle aprovechando la vegetación, el clima, el acceso al agua y las bondades del tipo de suelo.

(Es necesario mencionar que al tratarse de un trabajo superficial, no contamos con excavaciones que registren ocupaciones más tempranas al intermedio tardío en el sitio de Vilcahuaura, por lo tanto, dejamos en tentativo el proceso de ocupación. En el caso de Las Shicras (Tosso, comunicación personal), el sitio presenta arquitectura del periodo precerámico tardío, adobes de tipo paniforme – plano convexo, muros de piedra pertenecientes a áreas de residencia Chancay, y tapiales Inca del Horizonte Tardío, todo lo cual indica, que podría presentar Vilcahuaura una ocupación más temprana, ya que ambos sitios pertenecen a un área con flora, fauna y clima similar*, la cual son los valles medios bajos del Norte Chico).

El edificio presenta abundantes cortes efectuados por huaqueo probablemente desde épocas de los hacendados desde antes del 1900. Estos eventos posdeposicionales no permiten asociar la cerámica presente a alguna fase constructiva del edificio debido a su descontextualización al haber sido arrojado el material a la suerte. Asimismo, encontrar fragmentos de cerámica en tapiales Inca, no indican un uso directamente asociado entre la tapia y el fragmento con un estilo específico encontrado como inclusión en una tapia, es decir, no necesariamente se usó el estilo cerámico presente como inclusión en las tapias en un momento contemporáneo con la elaboración de las tapias, ya que en el Perú prehispánico se reutilizaron los desechos como relleno y mortero para la edificación de muros. Por lo tanto, si hablamos de estilos cerámicos, estaríamos hablando únicamente de presencia, mas no podríamos establecer una asociación directa entre estilo y fase constructiva.

En superficie encontramos cerámica Chancay de estilo Negro sobre Blanco, Base Crema y Lauri Impreso, mayormente. Existen gran cantidad de fragmentos diagnósticos que analizaré insitu (con la finalidad de no disturbar aun más la distribución de la evidencia) y que pueden brindar información acerca de los estilos presentes.
La segunda ocupación pertenece a la influencia Inca en el valle de Huaura. Se postula que Chancay fue una sociedad pacífica, carente de armas de guerra; dedicadas al comercio, la producción agrícola y la artesanía. La iconografía en sus textiles tanto como en la cerámica, son de tipo naturalista y geométrica: representación de elementos de la naturaleza con trazos geométricos. Es por ello que me decido en creer que el proceso de introducción socio cultural Inca, no se dio de forma radical, sino como un proceso pausado y muy diplomático, postulado que proponen arqueólogos en el medio (Van Daleen, comunicación personal).
El sitio presenta dos rampas con una pequeña plaza con muro perimetral cada una. No quiero ahondar porque será tema en un futuro texto.

Camino al sitio de Vilcahuaura, a la mano derecha de la Avenida que da acceso al pueblo de Vilcahuaura se extienden como a 1.5 km grandes dunas de arena beige con pequeños afloramientos rocosos. A diferencia, a la mano izquierda, se levantan grandes moles de cerros de roca. Entre estas dos elevaciones, al lado de la Avenida, se hallan extensos campos de cultivo.

Ya en Vilcahuaura, en los albores al sitio, la producción moderna se centra básicamente en Caña, Maíz, Palta y Naranja, aunque estas dos últimas especies no representen un producto eventual.

En superficie casi no se evidencia material malacológico. Sólo gasterópodos como la Thais Chocolata y otras especies no identificadas se hallan regadas a lo largo del sitio.

En conclusión el sitio arqueológico de Vilcahuaura es definido como un edificio monumental teniendo 2 ocupaciones que llegan a coexistir representando un sistema sociocultural mixto. Clarke (1968) define a un sistema en términos de: a mayor cantidad de variabilidad de información, menor unidad y menor estabilidad en el sistema. Pues bien, la coexistencia espacial y cronológica de ambos tipos de tecnología (Chancay e Inca), según la definición estricta de Clarke, no podría representar un sistema sociocultural estable. Espero encontrar respuesta.

NECESITO PRACTICANTE PARA QUE ME AYUDE A EFECTUAR UN LEVANTAMIENTO DE SITIO. GRACIAS.

lunes, 23 de noviembre de 2009

BONDADES Y FALENCIAS DEL MODELO ESPACIAL PROPUESTO POR L. BINFORD: LA RELACION ENTRE EL CAMPAMENTO BASE Y LAS ÁREAS DE ACTIVIDAD.

El enfoque sistémico propone un modelo de distribución de subsistemas en relación constante. Un sistema es una unidad y este mismo puede representar a su vez un subsistema. Los sistemas se encuentran comprendidos de subsistemas o partes de una totalidad articuladas por la actividad cultural. Los subsistemas varían de acuerdo al objeto de análisis, así puede analizarse en base a un enfoque sistémico la organización social de un sitio y sus jerarquías; la distribución espacial de sitios y su geografía, importancia de sitios y teoría del centro periferia, etc.

Lo que Binford elabora para el análisis de la distribución de espacios y sus funciones es un modelo sistémico de partes articuladas. En sociedades de caza y recolección el sistema total es denominado Camp Range, el cual es definido como el espacio o área explotada, habitada, utilizada. Este sistema total incluye elementos básicos que son la Home Base o Campamento Base, el cual se caracteriza por servir de zona residencial: lugar donde se pernocta (y no sólo eso); así también se incluye un conjunto de derivados pertenecientes a la Economic Zonation (lugar donde se presenta un sin número de actividades y todas giran en torno a la Home Base), los cuales son The Fishing Camp o lugar de pesca, The Hunting Camp o lugar de caza, The Transient Camp, The Trapping Camp o lugar de matanza de animales.

Este enfoque sistémico repercute en los patrones de movilidad y la variabilidad del tipo de ocupación.

Cuando se define un área de actividad, es claro que la práctica realizada requiere de un utillaje específico que define tal actividad. Es decir, existen 2 elementos claves y básicos en la definición de un área de actividad: los actores o quienes realizan la práctica y los elementos materiales que permiten la elaboración de alguna actividad, esto es, algún tipo de relación social.

Pues bien, encontrar estos dos elementos con un simple análisis descriptivo es muy fácil en sociedades actuales, sea cual fuere su tipo de organización social. Pero el problema empieza, cuando estos elementos se buscan identificar en una sociedad de la cual, no se tiene a los actores como evidencia textual. No se cuenta con la palabra ni la opinión ni la actividad realizándose in situ. Sólo se cuenta con el utillaje empleado: el dato arqueológico.

En la Arqueología una actividad no puede definirse tan fácilmente en un espacio y peor aún en sociedades de caza y recolección, en donde la complejidad y especialización no se dan por el simple hecho de que no se necesita más que de la extracción constante y regular de los alimentos, materia prima, etc. De la naturaleza. Por lo tanto, las áreas de actividad no siempre son definibles en el espacio. Una huella de quema puede representar infinidad de opciones de actividad: el relleno de un espacio, zona de rituales, zona de cocción de alimentos, etc.

Una actividad en sociedades cazadoras recolectoras carece casi siempre de la posible asociación entre arquitectura y artefacto, o de algún otro elemento cultural o no que pueda relacionarse con el artefacto. Esto debido a que en casi la totalidad de casos, sólo el utillaje lítico es la evidencia única de manifestación cultural en un área específica (a esto quisiera mencionar, que el desarrollo de métodos de cuantificación y distribución de artefactos en sociedades extractoras por parte de la Nueva Arqueología, década del 60, se debe gracias a este fenómeno de única presencia de útiles líticos).

Una actividad puede compartir diferentes áreas. La especialización implica el establecimiento de una actividad específica en un área determinada. Por ejemplo la recolección de mariscos es una actividad que ha visto un orden funcional en la extracción del contenido cárnico de los moluscos. El proceso básico consiste en la extracción de moluscos del mar, luego el transporte a una zona de desconchamiento y luego la distribución del alimento. La asignación de un espacio específico de desconchamiento responde a una forma de organización. Este lugar puede estar cerca al campamento base, cerca al mar, o cerca a alguna área de actividad. Pero en una sociedad no compleja; sin urbanismo ni clara diferenciación funcional en el aparato de organización social y económico; las áreas no son específicas. Los lugares donde se trabaja responde a un sin número de causas. Pueden elaborarse las puntas proyectil o de lanza cerca de una cantera o simplemente extraer el material y en un área lejana a la cantera realizar el trabajo.

“Para poder reconstruir el modelo global de uso de la tierra,
los arqueólogos deben identificar primero la función
específica de cada uno de los yacimientos y después
reunir cada una de las partes”. (Binford:1983)

Repito: un actividad puede compartir diferentes áreas y un área compartir diferentes actividades, más aún en sociedades no complejas en donde no se ha desarrollado la especialización, la cual implica una actividad específica regularmente en un lugar específico.

La elaboración de los modelos espaciales de Binford ha partido de trabajos etnográficos. Es por ello que ni siquiera tocó material arqueológico para elaborar dichos modelos. ¡Hablamos de contextos diferentes! y por más aisladas que puedan ser las trayectorias en los sistemas socioculturales, no podemos asumir con la certeza de Binford que dicho modelo funcionó de dicha forma en el pasado.

“Una vez aceptado que los factores más relevantes
que observamos en los ejemplos contemporáneos
son análogos a aquellos de las épocas prehistóricas,
podríamos calcular el espacio necesario para instalar
un lecho, de la misma manera que un arquitecto
determina en la actualidad el espacio a ocupar
por las diferentes áreas de una casa”. (Binford: 1988)

“Si superponemos un modelo tipificado de lechos
(sobre los que tengo una documentación etnográfica
amplia) a la planta de un nivel del Abri Pataud,
perteneciente a la fase del Auriñaciense I Antiguo,
observamos que una disposición de lechos individuales
entre los hogares encaja perfectamente con los
modelos espaciales arqueológicos”. (Binford: 1983)

La cuestión no es tan simple. ¿Cómo definir el Campamento Base o Home Base si no se tiene la evidencia de planta arquitectónica, y en algunos casos, ni en base a la distribución del material puede realizarse trabajo alguno? (Chivateros es un claro ejemplo de un yacimiento que no presenta evidencia de un campamento base. Este yacimiento se define como un taller lítico, donde los que realizan la actividad, necesariamente requieren de un área de residencia o Campamento Base). ¿Cómo definir las actividades que pudieron haberse llevado en el Campamento Base? Teniendo en cuenta que la una sociedad de caza y recolección al no poseer especialización, un área puede representar un lugar de múltiples funciones.

La respuesta de Binford es antropológica y no calma mi expectativa. Circunda en una serie de ideas como la función de los lechos no sólo como lugares para dormir sino también para reparar útiles (herramientas o ítems) o lugares para estar solos, “la gente concibe el lecho como un espacio privado, personal”, afirma. Pero no define el verdadero significado del Campamento Base, subsistema vital del sistema organizacional del yacimiento.

Debiera de elaborar un método efectivo de relacionar la evidencia arqueológica con la información antropológica mas solo muestra la complejidad del asunto sin llegar a una respuesta. No define en qué consiste un Campamento Base de yacimiento y un Campamento Base de caza. El primero tiene un carácter más estable, más estático; el otro su movilidad ni siquiera depende de los cambios estacionales, sino, de la presencia o no animales. Esta diferencia entre tipos de Campamento Base no la realiza en ningún artículo.

sábado, 13 de junio de 2009

Las críticas a la concepción sistémica: alabada tercera revolución industrial.

“El grado de unificación es una variable empírica, que cambia para la misma sociedad de tiempo en tiempo y que difiere en sociedades diferentes” (Merton, Robert)

“Los intentos de formulaciones teóricas son todos elaboraciones del concepto de sistema o de algún sinónimo.” (Bertalanffy, Ludwig von)

Muchos amigos me comentan sobre las limitaciones del análisis sistémico funcional. Sus críticas siempre giran en torno a puntos específicos como la difusión de información para explicar el cambio del sistema, la limitación que representa la división subsistémica de un sistema sociocultural, etc.

Mientras exista la vida social, deben existir formas complejas o no de organización. Desde las sociedades netamente extractoras hasta los estados altamente jerarquizados, requieren de la distribución de sus partes de forma ordenada: ahí los sistemas.

Pues bien, siendo un problema tan recurrente, quisiera aclarar algunos puntos que quizás por cuestiones de actualización o no lectura no tomaron en cuenta.

La ciencia sistémica ha dependido mucho en su etapa prístina de las ciencias duras, tales como la física y la matemática. Así por ejemplo, la categoría de sistema es un préstamo hecho por la biología: el sistema biológico. Asimismo la categoría adaptacion es también un préstamo de las ciencias biológicas, así un sin número de categorías como homeostasis, dislocación, evolución, etc. Pero estos tecnolectos han sido asimilados con modificaciones para su aplicación a sistemas socioculturales, los cuales, funcionan como entidades de improbabilidad.

El ambientalismo se traduce como la influencia directa de información asimilada por el individuo pero, esta información, viene de afuera del sistema sociocultural. Este errado proceder se ve influenciado por el conductismo, un intento de psicología social fallido, el cual afirma que las decisiones se dan por un condicionamiento directo de ideas. Ninguna persona en su sano juicio podría dudar de la voluntad del hombre. Es evidente que la información se encuentra sometida a 3 principios básicos: la invención, la reproducción y la no-asimilación. Pues bien, el cambio sociocultural a nivel de sistemas complejos no puede explicarse sólo por medio de outputs. Un sistema es una unidad de voluntad propia, con una dinámica de similares manifestaciones culturales entre diferentes sistemas socioculturales, pero al fin y al cabo multilineal.

Una de las mayores críticas al funcionalismo sistémico es la del principio de economía o el principio del hombre utilitario. Esto afirma que el hombre fundamenta su actividad en la realización de una actividad específica, dicho de otro modo, el hombre se convierte en un robot que representa un engranaje que reproduce movimientos continuos sin variantes. Esto es falso ya que el hombre es un sistema activo de personalidad, éste crea su universo.
De esto se dimana otra postulado que es criticado: afirman algunos que en el enfoque funcional existen funciones que son indispensables y que de no realizarse, el sistema sociocultural habría por terminar. Pues claro que existen sustitutos funcionales, así por ejemplo, en la época colonial en la costa centro del Perú, los campesinos decidieron cambiar su dieta mayormente a base de productos agrícolas por la pesca, con la finalidad de escapar de la cercanía de los hacendados.
Los críticos afirman que en el análisis funcional, es requerido un elemento que sirva como unificador ya sea en forma de religión o un corpus de valores que sirva de unidad. A este postulado se le denomina unidad funcional y no es más que una mala interpretación de la teoría que propone que existen elementos tangibles y no que sirven como cohesionadores en la vida social, esto es, legitiman la identidad en el sistema sociocultural y permiten su mejor estable porvenir.

domingo, 3 de mayo de 2009

La ética marxista y el detrimento de las ideologías pre capitalistas

Existen indicadores de cambio inherentes en toda forma de vida en sociedad, compleja o no. Así, sociedades que gozan de un modelo administrativo con atisbos religiosos o sociedades que poseen un modelo estatal con una ideología formalizada, se ven reducidos a sistemas basados en la ideología como indicador de control y regulación de los agentes componentes del sistema por parte de la élite dirigente, esto es: el control del individuo.

Pues esto representa denigrar a las sociedades precapitalistas al no creer en sus ideologías como verdaderas formas de moral, en la que los individuos viven en armonía, con el resto y consigo mismos, siendo consientes de que un líder los encamina. La lucha por el poder, los intereses de clase, el excedente productivo, etc. Todo ello tendría como arma al control del individuo mediante la ideología.

Pero la pregunta es: ¿cómo se manifiesta en el dato arqueológico la riqueza o la concentración del capital en pocos individuos en sociedades precapitalistas? ¿Cuál sería el indicador material que permita hablar de intereses de clase, en sociedades pre-chavines, si casi no se evidencian bienes de status para los dirigentes? O es que basta el poder, el control, como único objeto deseado.

La tesis de la existencia del progreso: la adaptación al medio

La tesis de la existencia del progreso: la adaptación al medio
El empleo de las categorías de desarrollo, progreso, evolución y transformación son en muchos casos utilizadas como sinónimos cuando en realidad poseen un connotación muy distinta. Además, se aplican categorías que en realidad no existen y que este pequeño boceto busca explicitar.

Nos referimos como medio al estimulo compuesto del ambiente compuesto de la naturaleza sometida a la acción antropica o no, además del conjunto de sistemas culturales que nos asechan. Esto es, el medio se define como una constante que busca su autorregulación entre sus partes componentes: el medio ambiente, la actividad cultural y por qué no mencionar al agente.

La evolución desde el inicio de su origen como categoría denoto siempre a un cambio con herencia. Si bien esta categoría deriva de la biología, su aplicación a sistemas culturales no se ha visto en error. La dinámica de la historia sucede de forma compleja, los cambios no son solo acumulativos y el dinamismo es multilineal. Es aquí que se encuentra la adaptación como regidor de los cambios de los sistemas culturales en feedback con el medio. La existencia del progreso implica la definición de objetivos, determinación de puntos anhelados que con el discurrir del tiempo se van alcanzando a paso moderado (por no decir lento) ajustado a la naturaleza del medio. Es así, son muy pocas las sociedades que háyanse programado su objeto de vida.

Por ello la adaptación: los individuos se ajustan a la relación de los subsistemas del medio (cultura y ambiente), hallándose en calidad de asimiladores de las normas, productores de normas, autorregulandose.

Si se piensa que la importancia del ambiente se encuentra en detrimento de la actividad cultural como indicador del cambio en la dinámica social pues es totalmente erróneo. En sociedades que no vieron el capitalismo nacer, la relación hombre y ambiente fue aun mas enraizada. Sociedades de orden primitiva dependieron directamente de la extracción de vegetales y la caza de animales para su subsistencia. Sociedades de orden estatal se vieron afectadas por mega fenómenos ambientales y sociedades capitalistas se verán asechadas por la guerra del agua. Pero el hombre ante la limitación se vio forzado a construir soluciones que se traducen como agricultura, represas y diplomacia.

Es decir, los contrarios no se superan, los contrarios actúan en una relación constante autorregulable, ni uno sin el otro, salvo en ocasiones particulares que por dislocación puedan aparentar un pico de superioridad, pero siempre la situación se vuelve a regular.

Cuando se aplica la dialéctica a la sociedad y sus categorías sociales, las tendencias de izquierda junto con sus disciplinas (sociología, antropología, arqueología, etc.), ansían como parte de su ideología la supresión de los contrarios. Puede la especialización del trabajo haber creado diferencia pero la vida social implica una medida organizativa sistémica: la repartición de funciones. La solución se encuentra en la descentralización de la concentración del capital y no en abolir la forma básica de organización que es la basada en la función. Esto es motivo de otro panfleto, no insisto más.

Lewis Morgan no fue arqueólogo

Fuera de conocer el error cometido por Morgan de establecer a la europa de aquel entonces como símbolo máximo de la civilización, Morgan debiera de ser criticado por desconocer un principio básico de todas las ciencias: no aplicar modelos generacionales a sistemas particulares.

Las categorías de salvajismo, barbarie y civilización surgen con un fin académico saludable mas carecen de una ciencia social desarrollada que las dirija. Su fin era dividir el progreso humano en etapas definidas, mas por indicadores muy estrictos.

Pues el desarrollo escaso de explicidad de sus postulados nos lleva a interrogantes como: ¿el descubrimiento del hierro o la introducción del hierro? Marvin Harris habla de una sociedad de cazadores recolectores que al introducir el hierro acabaron por deforestar todas sus fuentes de alimento y no por ello representarían una sociedad de barbarie superior. Asimismo, la capacidad de desarrollo de una sociedad puede no medirse en relación a la capacidad de domesticar plantas sino a un ingreso de alimentos que se ajuste a las necesidades y cree sobrenecesidades, en un caso especifico, la gula. Sin agricultura mas con una economía extractiva un sistema cultural puede alcanzar su homeostasis, su autorregulación y equilibrio.

El problema de Morgan es su definición europea del progreso. El progreso no se mide en tecnología ni en acumulación de bienes ni en grandes macroestructuras que al final resultan ser muy poco complejas. El progreso se mide en tanto evidenciar atributos que encaminen al sistema a cumplir con sus objetivos establecidos. Por ello, el progreso no es un atributo interno en todos los sistemas culturales, así que, hablar de progreso e intentar construir un modelo comparativo entre sociedades totalmente aisladas es un problema aun no resuelto.

Hablemos de proceso adaptativo mas no de progreso.

Un subproblema del problema.
Cuando una posición teórica, paradigma o cual categoría quieran utilizar se enrumba y brinda seguridad, sus partidarios no dudan en aplicar la macroestructura en la producción de descripciones y de hipótesis, así Morgan creyó en el mismo (¿¡gran valor rescatable!?).

Tanto Engels como Morgan ubican al Imperio del Tahuantinsuyo en la etapa de Barbarie media. Esta etapa se caracteriza por: al Este de Europa la domesticación animal y al Oeste la presencia de hortalizas y casa de adobe y piedra. Pues bueno, nada encaja. El nivel de agricultura en el imperio del Tahuantinsuyo era de alta producción y hablar de hortalizas es un desconocimiento imperdonable. La barbarie medio representaría el arcaico tardío en términos de Lumbreras o el precerámico tardío para Patterson y Lanning. Es obvio que la ausencia de hierro y su reemplazo por otros metales no tuvieron importancia para Morgan. Los incas y casi la totalidad de sociedades provienen de automodelos particulares que encasillan en algunos indicadores generales y otros no. El Tahuantinsuyo fue civilización en sus términos. Cambiemos esa concepción equivoca de las sociedades pre capitalistas.

Se llama conjeturas las ideas lanzadas sin ser probadas y sin intenciones de ser probradas.

La civilización y su definición: un proceso, transformación.